¿Qué es Gamificación?
Gamificación (gamification) es el empleo de mecánicas de
juego en entornos y aplicaciones no lúdicas con el fin de potenciar la
motivación, la concentración, el esfuerzo, la fidelización y otros valores
positivos comunes a todos los juegos. Se trata de una nueva y poderosa
estrategia para influir y motivar a grupos de personas.
La eclosión de la web 2.0 ha acelerado la creación de
comunidades en torno a todo tipo de redes sociales, medios digitales o webs
corporativas. Con el fin de estimular la participación de los usuarios.
Una correcta implementación de estrategias de gamificación
permite pasar de la mera conectividad al compromiso (engagement), logrando que
los miembros de una comunidad, los trabajadores de una empresa, los individuos,
participen de manera dinámica y proactiva en acciones que generalmente
requieren un esfuerzo de la voluntad. Gamificación es el término escogido para
definir esta tendencia.
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¿Cómo aplicar correctamente la gamificación a una pyme?
La Gamificación puede aplicarse a prácticamente cualquier
proceso de la organización pero, como en todo proyecto, hay que tener en cuenta
y conocer algunos puntos clave para que su puesta en marcha genere los mejores
resultados.
En primer lugar, se debe tener claramente identificado y
definido el objetivo que se persigue y ver si la Gamificación nos puede ayudar
a conseguirlo. No se trata de aplicar la Gamificación porque esté de moda o
simplemente porque sepamos que puede ayudar al éxito de la organización, sino
tener muy claro para qué queremos implantar el proceso y qué resultados
esperamos de él (incrementar las ventas, dar a conocer mejor nuestro producto,
generar motivación en los empleados, mejorar la formación de nuestros equipos,
etc.). Una de las mejores herramientas para ello es la definición de objetivos smart, de forma que sean específicos, medibles, realizables, realistas y de
plazo definido.
Los siguientes pasos consistirían en el análisis de la
estrategia, qué experiencia queremos crear, para quién y cuál será el “terreno
de juego”. No es lo mismo crear una dinámica de gamificación para el entono
on-line que para el presencial, para nuestros empleados o nuestro público
objetivo.
Luego pasaríamos a la implementación de la acción y su
puesta en marcha. Una vez comunicada e iniciada la acción es muy importante que
ésta sea dinámica y que, según vayamos viendo cómo evoluciona, vayamos
aprendiendo de la forma en que los usuarios, clientes o empleados hacen uso de
ella, ya que una vez puesta en marcha, la acción “cobra vida” y debemos
aprender de ella, y con ella, para seguir potenciando aquellas áreas o
experiencias que estén despertando mayor interés. Así reforzaremos la relación
de la acción con sus participantes y la haremos más entretenida, divertida e
incluso “adictiva”.
Finalmente, debemos ir midiendo resultados, a través de unos
indicadores bien definidos y basados en el objetivo que inicialmente nos
habíamos marcado.
¿En que sectores la gamificación tiene más opciones de éxito?
La Gamificación es prácticamente aplicable a cualquier
sector, ya contamos con casos de aplicación en alimentación, motor, deporte,
educación, restauración y sanidad. Pero los sectores que están actualmente
sacándole más partido son aquellos que tienen una fuerte presencia o margen de
actuación en el entorno on-line y dirigidos a mercados de consumo, que buscan atraer aún más a su público e incorporar
un plus de innovación y de acercamiento en sus organizaciones. Así como una
combinación de estrategias de gamificación on-line y off-line, de forma que el
participante puede vivir una experiencia completa e integral.
En la actualidad el mayor uso que se le da a la Gamificación
se encuentra principalmente en acciones de marketing, formación y desarrollo
del empleado. Estas aplicaciones están permitiendo a las compañías poder
apreciar el valor que puede aportar la aplicación de estas estrategias, tanto
de forma interna como externa.
¿Qué perfil de trabajador o cliente mejor se amolda a la
gamificación?
La Gamificación es “apta para todos los públicos”, no existe
un grupo o segmentación que pueda responder mejor o peor a una estrategia de
este tipo, ya que se basa en elementos motivacionales intrínsecos al ser
humano, con los que nacimos y que siempre, de una forma u otra, nos acompañarán
a lo largo de nuestras vidas. El afán de superación, la competitividad,
compartir resultados, alcanzar objetivos en equipo, interactuar y divertirnos.
Podríamos catalogar a los jugadores en cuatro grupos:
- Los que tienen como objetivo resolver retos con éxito y conseguir una recompensa por ello (Achievers)
- Los que quieren descubrir y aprender (Explorers)
- Los que buscan conocer otros participantes e interactuar con ellos (Socializers)
- Los que buscan competir con otros jugadores (Killers).
Con esta visión podemos afirmar que en una acción de
gamificación podríamos implicar prácticamente a cualquier persona
independientemente de su edad o sexo. Lo más importante es que, previamente a
su puesta en marcha, tengamos en cuenta quién queremos que sea nuestro público
o usuario objetivo de la acción, y crear una experiencia específica para ese
perfil.