Hay gente que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y prende las rosas;
que con sólo sonreír entre los ojos,
nos invita a viajar por otros mundos
y permite florecer todas las magias.
Hay gente que con sólo dar la mano,
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve la sopa, coloca las guirnaldas;
que con sólo empuñar una guitarra
te regala una melodía de ilusiones.
Hay gente que con sólo abrir la boca,
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las barricas.
Y se queda después, como si nada.
Y uno se va de amante con la vida,
desterrando una muerte en soledad,
pues sabe que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.
Hay gente que es de verdad, de sonrisa eterna, de tiempos vivos,
de acampadas entre las sábanas, de sentimientos en la piel y de caricias en el corazón.
Por suerte aún hay gente.
