El Seckthor Azul

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domingo, 22 de diciembre de 2013

Guía de la Navidad virtual 2.0

En estos tiempos modernos en los que todo cambia a una velocidad asombrosa la NAVIDAD no podía ser menos. Hay que adaptar conceptos para entenderla.

En el ámbito laboral, la realidad virtual actualiza los conceptos, las cenas de empresa son las nuevas batallitas de nuestros abuelos, muchos cuentan historias casi fantásticas de cuando por estas fechas acudían a una de ellas, ahora tras sellar la cartilla del paro a penas da para un bocadillo de calamares.
El amigo invisible es aquel que un buen día dejo de acudir a su puesto de trabajo y al que ya no vemos cada mañana, al que un tal ERE mando con sus huesos a la cola del paro.
La cesta de Navidad se puede pasar a recoger, en los servicios sociales de tu ciudad, con un poco de suerte para desayunar una semana llegara.

En estos tiempos en los que hacemos nuestras tradiciones tan repetidas en las películas americanas, hemos adoptado también el día de acción de gracias, no es otro que el día en el que ingresan la recortada nómina y bendices tan ansiado día, en el que los que tienen suerte ven aliviados como las facturas se ceban a gusto con ella.

Para los que trabajan y para los que no, la Navidad virtual 2.0, sigue teniendo símbolos y palabras comunes, unos por poder llenar su mesa de esos productos tan típicos y otros por seguir añorandolos, como cantaba el gran Melendi "...la Navidad la ha inventado el Corte Inglés..." Para todos se repiten las mismas letras, CONSUMISMO, para unos en su concepto tradicional, ostentación, derroche, caprichos, aparentar, felicidad comprada a golpe de tarjeta.
Para otros, CON SU MISMO vestido, CON SU MISMO agujero en el bolsillo del pantalón, CON SU MISMO panorama negro azabache del año anterior.

Podéis catalogarme como Vintage, pero a mi no me gusta esta nueva navidad virtual 2.0, prefiero la versión anterior, en la que podías soñar con el gordo de Navidad sin coger la calculadora para saber a cuanto asciende de verdad, en la que sabías que al final tenías un puesto al que regresar a trabajar.
No me gusta la Navidad, esta en la que deseamos la felicidad, mientras miramos nuestro propio ombligo, con la boca pequeña y por el que dirán. 
Esta Felicidad que echo silicona en los cerrojos de las casas, o te abre expediente de regulación y te echa del edén hacia tierras extrañas.
No te deseo feliz Navidad, te deseo que tengas algo por lo que brindar, que no tengas mucho pero que no te falte dignidad.

INTERESANTE